
La historia dice que la fachada y el interior lo hicieron los mismos artesanos que decoraron el actual Palacio Real, en construcción en la época que esta confitería se inauguró. Un lugar muy especial en pleno centro histórico que, además de ser una de las mejores confiterías de Madrid, tiene un par de mesas para tomar café también.
Y tomen nota, probablemente aquí estén las mejores torrijas de Madrid!
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Fotografía propia, del año 2018, en Comercios Históricos de Madrid
©2022 Luis Pita Moreno